Una sonrisa, una caricia, valorar el esfuerzo y el progreso, exaltar lo bueno, una mirada, una muestra de afecto, son todos elementos positivos, agradables dentro del proceso de comunicación en el aula; ya que el clima emocional que existe en el salón de clases es decisivo para el éxito de los procesos de enseñanza y de aprendizaje y un ambiente lleno de afecto ayuda a aprender. "La labor del profesorado es una de las más bellas del mundo porque exige inteligencia, humanidad y amor”.
Miguel Rodrigo Alsina
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